El 22 de diciembre pasado marcó el cierre de la producción de los modelos Challenger y Charger por parte de Dodge. Asimismo, apenas dos días antes, el 20 de diciembre, se fabricó la última unidad del Chrysler 300, un modelo que compartía línea de ensamblaje y varios componentes, incluyendo los motores V8 HEMI. Este acontecimiento representa el fin de una destacada era en la historia del automovilismo estadounidense, dejándonos sin la continuación de una filosofía que, al menos por ahora, no tiene un sucesor que la replique de la misma manera en que la conocíamos.
La planta que es, por si no sabías, propiedad del Grupo Stellantis en Brampton, Ontario (Canadá), está experimentando una transformación sin precedentes para adaptarse a la electrificación de sus autos. Este proceso implicará la eliminación completa de la producción de motores de gasolina de gran cilindrada en la fábrica. A pesar de este cambio, la compañía mantiene su compromiso con los Muscle Car, anticipando el lanzamiento del Dodge Charger Daytona SRT Concept. Este modelo está diseñado para hacer más llevadero el proceso de electrificación, demostrando la dedicación de la marca hacia la evolución tecnológica sin perder la esencia de los vehículos de alto rendimiento.
A pesar de mantener una saludable posición en las ventas y ser el líder entre los Muscle Cars en Estados Unidos, el Dodge Challenger ha dado su adiós al mercado a través de la serie limitada Last Call, que rinde homenaje a versiones históricas del Challenger. Con la despedida del Challenger, junto con los modelos Charger y Chrysler 300, la producción de los motores V8 HEMI también experimenta una reducción significativa, señalando su inevitable cese en los próximos años.
La alternativa para estos motores ya ha sido introducida bajo el nombre de Hurricane, presentando una configuración de 6 cilindros en línea con 3 litros de cilindrada y sobrealimentación mediante turbocompresor. Stellantis planea reemplazar progresivamente toda su oferta de motores V8 con este nuevo bloque, diseñado con la flexibilidad de ser electrificado cuando sea necesario y totalmente compatible con las plataformas modulares STLA. El motor Hurricane promete una potencia máxima de 520 CV, aunque Stellantis ha confirmado la llegada de variantes aún más potentes en el futuro..
