Nissan está viviendo uno de los momentos más complicados de su historia, al igual que el Grupo Stellantis o la misma Volkswagen. El empuje de las marcas chinas, la transición al auto eléctrico y también la inflación en ciertos paises, está poniendo en jaque a las firmas tradicionales, no sólo a Nissan. Entonces ahi viene el ajuste.
La crisis se ha manifestado de manera contundente en el último año fiscal (finalizado en marzo de 2025), donde Nissan confirmó pérdidas multimillonarias, descritas como las peores en décadas.
La firma anunció que va a recortar 11.000 empleos y va a cerrar siete de sus plantas de fabricación. Esta noticia llega después de que el fabricante de automóviles japonés informara una caída devastadora del 88% en las ganancias operativas año tras año.
El Director Financiero Jeremie Papin dijo que la compañía espera una pérdida operativa de 200 mil millones de yenes (USD$1,352,111,000) en el primer trimestre, según Reuters. Varios factores, incluido el liderazgo pasado, el debilitamiento de la demanda y un intento fallido de fusión, han contribuido a la difícil situación de Nissan.
A finales del año pasado Nissan anunció 9.000 despidos, tras dar a conocer sus nefastos números en la primera mitad del año fiscal 2024. La segunda tampoco fué buena, y de nuevo la solución es apuntar nuevamente al eslabón más débil: prescindirá de otros 10.000 empleos en todo el mundo.

Los problemas de Nissan son multifactoriales y se han ido gestando durante años:
- El escándalo de Carlos Ghosn: La abrupta caída de su antiguo y carismático líder, Carlos Ghosn, en 2018, sumió a la compañía en una crisis de liderazgo y reputación, además de tensar la alianza con Renault y Mitsubishi.
- Gama de Productos Envejecida: Durante un período, Nissan fue criticada por tener una línea de modelos que no se actualizaba al ritmo del mercado, perdiendo atractivo frente a sus competidores.
- Caída en Mercados Clave: Las ventas han disminuido notablemente en mercados cruciales como China y Europa. La competencia de marcas locales, especialmente en el segmento de vehículos eléctricos en China, ha sido un factor importante.
- Retos en la Transición a la Electrificación: Aunque pionera con el Leaf, se percibe que Nissan ha perdido terreno frente a competidores que han avanzado más rápidamente en la nueva era de los vehículos eléctricos.
- Presiones Económicas Globales: La inflación, las fluctuaciones de los tipos de cambio y la incertidumbre económica global han exacerbado los problemas financieros de la automotriz.
- Dependencia de Flotas y Préstamos de Alto Riesgo: En el pasado, una fuerte dependencia de las ventas a flotas (con menores márgenes de ganancia) y ciertas prácticas de financiación también han sido señaladas como factores contribuyentes a su precaria situación financiera.
Se trata de la mayor pérdida de su historia, superando la peor hasta la fecha en la temporada fiscal 1999-2000, cuando registró una caída neta de 684.000 millones de yenes. En aquella crisis se salvó gracias a la alianza con Renault.