En el mundo de los autos, donde la carrera por la autonomía y la electrificación acapara las noticias de todos los medios de comunicación, una revolución más silenciosa (pero igualmente interesante) se está gestando en el habitáculo de nuestros vehículos: la de los asistentes de voz impulsados por inteligencia artificial (IA). Ya no se trata solo de pedirle al auto que ponga tu canción favorita o te indique el camino. Ahora, tu auto podría empezar a conocerte mejor de lo que creés, anticipando tus deseos y hasta detectando tu estado de ánimo.
Imagina esto: subes a tu auto después de un día de mierda en el trabajo. El vehículo, sin que digas una palabra, detecta ciertos patrones en tu voz, quizás un tono más bajo o un ritmo más lento, o incluso tus movimientos faciales si tiene cámaras internas. Inmediatamente, la temperatura se ajusta a tu preferencia para cuando estás tenso, la iluminación ambiental cambia a un tono relajante, y el sistema de sonido sugiere una playlist de “música tranquila para desestresarse”. ¿Magia? No, es la IA en acción.

Los fabricantes líderes están invirtiendo fuertemente en esta tecnología. Los nuevos sistemas no solo interpretan comandos de voz, sino que utilizan algoritmos complejos para analizar el contexto, el historial del conductor, la hora del día e incluso datos biométricos. Pueden aprender tus rutas habituales, tus preferencias de asientos, los contactos a los que llamas con más frecuencia y hasta tus comidas favoritas si usas el navegador para buscar restaurantes. La idea es que el auto se convierta en un “compañero inteligente” que no solo te asiste, sino que te “entiende”.
Esto se logra gracias a avances en el procesamiento del lenguaje natural (NLP) y el aprendizaje automático (Machine Learning). Los asistentes de voz actuales son capaces de mantener conversaciones más fluidas y naturales, sin necesidad de que utilices frases predeterminadas. Además, la integración de cámaras y sensores permite que el vehículo “lea” tus expresiones faciales y tu lenguaje corporal, añadiendo otra capa de información para interpretar tus necesidades.
Claro, si estás entendiendo lo que te cuento ya estás pensando en cómo se manejan la privacidad de mis datos, un tema sensible que los fabricantes están abordando con protocolos de seguridad y opciones de configuración para el usuario. Pero la promesa es al menos tentadora: un viaje más personalizado, cómodo y seguro. Si el auto detecta que estás con fiaca, podría sugerir una parada o incluso ajustar la temperatura y el volumen de la música para mantenerte alerta.
Por ejemplo, la tecnología de conducción autónoma supondrá un mercado de 556.000 millones de dólares en 2026, creciendo a un ritmo del 39% de CAGR (tasa de crecimiento anual compuesto) desde su volumen actual en 2019, unos 54.000 millones de dólares según Allied Market Research.
Sin embargo, las compañías del sector del motor se enfrentan a algunos obstáculos importantes a la hora de integrar la Inteligencia Artificial en sus operaciones. En la actualidad, muchas empresas no están preparadas para empezar a producir soluciones basadas en IA, que a menudo requieren una mano de obra especializada, una nueva infraestructura y un protocolo de seguridad actualizado. Como tal, no es sorprendente que las principales barreras para la adopción de la IA sean los altos costes, la falta de talento y la falta de confianza. Los fabricantes de automóviles deben superar estas barreras para tener éxito con proyectos basados en IA.
Bmw y el modelo I Vision Dee: un caso puntual

Un ejemplo claro de esto es el BMW i Vision Dee (donde “Dee” significa Digital Emotional Experience).
Este BMW es un concept que la marca alemana presentó en el CES 2023 y que lleva el uso de la Inteligencia Artificial a un nivel aún más personal y emocional : el i Vision Dee se enfoca en crear un vínculo emocional y una “personalidad” para el vehículo a través de la IA.
Imagina que tu auto no solo te reconoce, sino que te saluda de una manera única y hasta te pone “caritas”. Eso es lo que hace el i Vision Dee. Por ejemplo, los faros y la parrilla delantera no son simples luces o rejillas; están hechos con una tecnología que combina lo físico con lo digital, usando tinta electrónica (E Ink) y paneles LED. La IA es la que controla estos segmentos, permitiendo que el auto cree animaciones que parecen ojos, miradas e incluso “sonrisas” o “fruncir el ceño”, como si estuviera contento de verte o pensando. Es una forma de que el auto refleje un estado de ánimo o responda a lo que haces, dándole una personalidad propia que va más allá de un simple objeto.
Pero la cosa no termina ahí. Esta IA te reconoce apenas te acercas al auto, se adapta a tus gustos de forma inteligente y te da una bienvenida personalizada. Podría incluso proyectar un avatar digital tuyo en la ventanilla del lado del conductor y abrir las puertas de forma automática. La IA hace que el auto reaccione de forma ingeniosa tanto a ti como a todo lo que lo rodea, con una voz que también tiene su propio carácter.
En esencia, el BMW i Vision Dee es una visión de cómo la Inteligencia Artificial puede transformar el auto de una máquina en un compañero inteligente y emocional. Va más allá de ser eficiente o autónomo; busca crear una conexión personal contigo a través de una experiencia digital que te envuelve y un vehículo que parece tener su propia personalidad. Es una promesa de lo que BMW llama la “NEUE KLASSE” (Nueva Clase) de vehículos, que empezaremos a ver a partir de 2025, donde el hardware y el software se fusionan para una verdadera “experiencia emocional digital”.