Ya sabíamos de antemano con lo que nos íbamos a encontrar con los motores Puretech, que el antigüo grupo PSA (hoy Stellantis) ha acopiado miles de denuncias por mal funcionamiento en todo el mundo.
En la Argentina, bien es sabido, todo reclamo contra compañias multinacionales, la gran mayoría, termina en la nada.
El principal problema de estos motores es su “revolucionario sistema de correa de distribución bañada en aceite”, al que muchos denostan como el “peor motor de la historia”. Los motores Puretech han sido implementados en Peugeot, Citröen y DS, todas marcas que componen el Grupo Stellantis
Roman Boluk es representante y experto de Continental, que fabrica piezas de repuesto, incluidos las correas de distribución, que son parte del equipamiento de serie de estos motores de Peugueot en Europa. Consultado por el motor 1.2 PureTech, Boluk respondió “El principal problema con este motor es el flujo de combustible en el aceite del motor.”
Según el experto, la mezcla de nafta con aceite forma una “mezcla muy agresiva en el sistema de lubricación, que interfiere severamente con la estructura de la correa de distribución.”
Los fabricantes de motores querían introducir como alternativa (vaya a saber cómo la pensaron) que la correa de distribución trabaje en un baño de aceite. Durante las pruebas se agregaron varios compuestos que podrían aparecer en el aceite del motor, incluido el combustible. Se demostró que un aumento del 5% en la gasolina al petróleo provoca una degradación de la correa un 30% mayor. El proceso de degradación es, por supuesto, más intenso a medida que más combustible va mezclandose con el aceite
El problema es el combustible, no la correa
El mayor problema con el motor PureTech no es la correa de distribución en sí, sino el impacto de la gasolina en la degradación del aceite y por lo tanto la degradación de la correa.
Vale la pena señalar aquí que hay muchas más consecuencias de la infiltración de gasolina en el aceite en el motor PureTech, produce un consumo excesivo de aceite debido a los anillos de pistón desgastados, numerosas pre-igniciones que conducen al daño de la bujía y la acumulación de carbono, que a su vez bloquea los anillos de pistón y profundiza el fenómeno de pre-igniciones y el consumo de aceite.