Vamos desde el principio: este tipo de pruebas no se realizan en forma “oficial” y tiene el carácter de ser meramente informativa.
La empresa encargada de realizar este tipo de experimentos se llama DEKRA: se fundó en 1925 para garantizar la seguridad vial mediante la inspección de vehículos. Hoy en día, DEKRA es la mayor organización de expertos independiente y no cuenta con ningún apoyo oficial en el mundo en de los ensayos, la inspección y la certificación vehicular, y realiza más de 26 millones de inspecciones en todo el mundo al año.
El auto en el que se realizó la prueba para este accidente, preparado en laboratorio, es un Volkswagen Golf Mark II, construido entre 1983 y 1992. Es el tipo de automóvil común y corriente, de la era de los pasacassetes, y que todavía tiene gran popularidad, tanto en formato base como como plataforma para modificaciones como las posteriores evoluciones del modelo, incluso llegando al mítico VR6. ELGolf siempre ha sidoun auto genial no sólo porque es práctico, sino también porque aún simplemente funciona y bastante bien a pesar de los años. Casi siempre se le pone combustible y sigue siendo bastante cómodo y práctico y tiene esa nostalgia de los años 80 que aún podés seguir usando con mucho orgullo. Volkswagen fabricó 6,3 millones de estas cosas en todo el mundo, una cifra lo suficientemente alta como para que esta organización alemana se salga del molde, destrozando un clásico para fines científicos.

El final de este Golf fue simple, pero calculado. Chocó a 64,4 km/h (40 mph) contra una barrera deformable con una superposición del 40%, el mismo procedimiento que la prueba de choque de Euro NCAP hasta 2020 y una configuración similar a la de la prueba de Superposición Moderada del IIHS.
Aunque la mayoría de los vehículos modernos pasarían esta prueba sin daños en el habitáculo, las cosas no pintaron tan bien para los ocupantes de este Golf de segunda generación.

Dekra no solo evaluó la seguridad pasiva, sino que también sometió al Golf antiguo y al nuevo a una serie de desafíos. Los resultados fueron previsibles para cualquiera familiarizado con los autos clásicos: el Mk II Golf necesitaba una distancia de frenado un 30% mayor que el modelo actual, sus faros halógenos apenas iluminan en comparación con los LED y en la prueba de cambio de carril de emergencia, el límite de velocidad segura era 7 mph (11,3 km/h) más bajo que en el modelo nuevo.
Esto se debe a los avances tecnológicos como el Control Electrónico de Estabilidad (ESC) y a una suspensión más moderna en el nuevo Golf, que además utiliza neumáticos más anchos.
Aún así, si conduces un auto viejo con regularidad, es mejor seguir el ejemplo de las estrategias defensivas de los motociclistas y conducir como si todos estuvieran tratando de matarte.
Intenta siempre tener una ruta alternativa si puedes, porque a menudo es mucho más seguro doblar dos ruedas en un cordón que ser atropellado por alguien en una camioneta moderna que viaja al límite de velocidad. Las personas no son reemplazables.