Por allá corriendo los años 80´s, los autos que equipaban aire acondicionado eran verdaderas rarezas, claro está, excluyendo los de alta gama.
Si tenés más de cincuenta años, tal vez recuerdes que no sólo el aire acondicionado era un lujo en el auto: entre otros equipamientos que parecen hoy insignificantes, estaban los espejos retrovisores del acompañante y tambíén delirábamos con los apoyacabezas en los asientos. Ni hablar del famosísimo tratamientos contra la “cataforesis” en la chapa ……Eso si era de lujo!.
Esta, como la gran mayoría de las innovaciones, provenían casi siempre de los EEUU, donde se comienzan a ofrecer al público en general, distintas opciones de “enfriamiento de cabina” ya antes de lo que fuera la Segunda Guerra Mundial.
El Nash Ambassador de 1938 fue el primer automóvil con un sistema de enfriamiento de la cabina. Esto sucede luego que Nash, la empresa que fabricaba vehículos, adquiriera en 1937 a Kelvinator , conocida por la fabricación de heladeras, y por eso posteriormente la empresa pasó a denominarse Nash-Kelvinator.
Este automóvil pertenecía a la segunda generación de modelos; se trataba de un sedán clásico estadounidense con una longitud de 5.3 metros, equipado con un motor de 8 cilindros en línea, con dos bujías por cilindro y válvulas a la cabeza (OHV). Era conocido por su confiabilidad y durabilidad.
Sin embargo, este sistema de “enfriamiento de cabina” aún no era un verdadero sistema de aire acondicionado, sino más bien un precursor de los sistemas de climatización en los automóviles.
Si se otorga el mérito al primer automóvil con sistema de aire acondicionado, suele atribuirse al modelo Packard 180 Touring Sedan de 1940. Antes de la Segunda Guerra Mundial, se vendieron alrededor de 1500 automóviles equipados con este sistema. La instalación más generalizada de aire acondicionado en los automóviles en Estados Unidos comenzó en la década de 1950.
Las siguientes décadas estuvieron marcadas por un desarrollo gradual, principalmente en términos de reducción del peso de las unidades necesarias para una refrigeración eficaz, y una mayor disponibilidad.
El primer automóvil que ofreció un sistema de aire acondicionado como opción fue el Chrysler Imperial de 1953, mientras que el primer automóvil que lo incluyó de serie fue el Cadillac Eldorado Brougham de 1957.
El primer automóvil de calle en implementar el aire acondicionado fue el Custom Super Eight, de la extinta marca norteamericana de lujo Packard. El Custom Super Eight, que debutó en 1940, fue un auto de lujo impulsado por un motor 5.8 litros de la también desaparecida configuración ocho cilindros en línea.
Era un sistema algo rudimentario, pues para activarlo había que apagar el auto para conectar manualmente la cadena que lo hacía funcionar, de igual forma si no se quería usar había que parar el auto y desconectarlo. Durante los 30 se ofrecieron algunas otras soluciones como el colocar algunos contenedores en las ventanas de los autos que en el interior llevaban agua o hielo y que con el auto en movimiento empujaban ese aire fresco hacía la cabina.
Y como funcionaba el sistema entonces?
El sistema se basaba en la evaporación de agua para crear una sensación de enfriamiento en la cabina. A menudo se le llamaba “sistema de enfriamiento por evaporación” o “enfriador de evaporación”. Funcionaba de la siguiente manera:
1. **Unidad de evaporación:** El sistema incluía una unidad de evaporación instalada en el vehículo. Esta unidad generalmente estaba ubicada en la parte trasera o en el techo del automóvil.
2. **Agua y aire:** Se llenaba un depósito de agua en la unidad de evaporación. El aire exterior se pasaba a través de un filtro húmedo o unas láminas empapadas en agua antes de ingresar a la cabina del automóvil.
3. **Proceso de enfriamiento:** Cuando el aire caliente del exterior pasaba a través del filtro húmedo o las láminas empapadas, el agua se evaporaba y absorbía parte del calor del aire. Esto hacía que el aire que ingresaba a la cabina fuera más fresco que el aire exterior.
4. **Ventilación:** Un ventilador en la unidad de evaporación ayudaba a circular el aire enfriado a través de la cabina, proporcionando una sensación de confort térmico en el interior del automóvil.
Este sistema era una forma temprana de proporcionar cierto alivio contra el calor en los automóviles, pero tenía sus limitaciones. No era tan eficiente como los sistemas de aire acondicionado modernos y dependía en gran medida de la humedad relativa del aire exterior.
Además, no controlaba la temperatura de manera precisa como los sistemas de aire acondicionado actuales, pero, a pesar de sus limitaciones, en ese momento representaba un avance en el confort de los automóviles en climas cálidos.