Sabemos lo que estás pensando: ahí está el Fiat Multipla, el coche más feo de todos los tiempos. Desde luego, el monovolumen de Fiat carga con esa fama, pero hoy en día, no sé si un Tesla Cybertruck es mucho mejor…
En cualquier caso, hace 25 años el Fiat Multipla revolucionó el segmento de los monovolúmenes, con el entonces único concepto de tres asientos en cada una de sus dos filas.
Hasta ahí, la innovación. Porque el nombre Multipla ya existía desde 1956, cuando Fiat lanzó el 600 Multipla, con espacio para hasta seis personas. Y qué decir de los movovolúmenes, de moda desde principios de los 80, con los Chrysler Voyager, Nissan Prairie y Renault Espace.
Un diseño revolucionario… e incomprendido (con razón)
El concepto del Multipla fue tan revolucionario para la época que el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York lo incluyó en una exposición sobre el “Coche del futuro”.
Y con el paso del tiempo, debemos reconocerle a Roberto Giolito, diseñador del coche (así como del 500 de 2007 y del Panda de 2011) un gran acierto: crear la carrocería para acomodar a seis pasajeros en dos filas de asientos más el equipaje, sin renunciar al confort y a la máxima seguridad.
Más allá de las curiosas formas exteriores, la disposición de los faros en distintos niveles era otro de los rasgos característicos de un modelo revolucionario también en la producción: gracias a la estructura space-frame, ofrecía una gran flexibilidad de fabricación y requería una baja inversión en la fábrica.
Y a pesar de ser un modelo compacto, el Multipla medía exactamente 3,99 metros de largo, 1,87 de ancho y 1,67 de alto, hasta seis personas en dos filas de tres asientos disfrutaban de un amplio espacio, modular y con un baúl de hasta 1.900 litros.
Además, el asiento central trasero podía desplazarse y abatirse para formar una mesa, mientras que en lugar del asiento central de la primera fila, también podía instalarse, por ejemplo, una heladerita.
La plataforma y los motores del Multipla procedían del Fiat Bravo. Y desde el lanzamiento, contó con una gama de cuatro propulsores: un 1.6 16v de gasolina con 103 CV, el turbodiésel 1.9 JTD, inicialmente con 115 CV (y después con 120), el Multipla blupower (a partir de 2004, Natural Power) de gas natural, con 90 CV, y el Fiat Multipla bipower (bifuel), también con 90 CV.
En junio de 2004, se lanzó el restyling del modelo, con un diseño mucho más impersonal, que acercó su imagen a la del Fiat Idea. Y ya en abril de 2006, el Multipla experimentó nuevos cambios menores.
La producción del Multipla en Italia se interrumpió en febrero de 2010. En total se construyeron 343.841 unidades. Pero ahí no acabó su historia: entre 2010 y 2013, el Multipla se siguió fabricado bajo licencia por el fabricante chino Zotye, mientras que en Europa, podríamos decir que los Fiat 500L y 500XL tomaron su relevo.

Lo que más llama la atención del Multipla es su diseño inigualable y tremendamente divisivo. Su frontal presentaba una peculiar configuración de seis faros redondos, con dos grandes abajo, dos pequeños arriba para los intermitentes y otros dos integrados, dándole una “cara” de expresión sorprendida que la gente o amaba u odiaba profundamente.
Sin embargo, detrás de esa polémica estética se escondía un interior ultra-práctico y ingenioso. Su mayor innovación era la configuración de asientos 3+3, con tres plazas delanteras totalmente independientes. Esto permitía sentar a seis personas en solo dos filas. El asiento central delantero era abatible y se convertía en una mesa con apoyabrazos, demostrando una flexibilidad excepcional. A pesar de medir solo cuatro metros de largo, el espacio interior era abismal, con una sensación de amplitud y comodidad poco común en un vehículo de ese tamaño.
En carretera, el Multipla también sorprendía. Heredó la agilidad y el buen manejo de la plataforma del Fiat Bravo/Brava, siendo más divertido de conducir que la mayoría de los monovolúmenes de su época. Se ofrecía con motores de gasolina y diésel, siendo los bloques 1.9 JTD muy elogiados por su fiabilidad y buen rendimiento.
Aunque su diseño fue un shock para el público, la prensa automotriz lo alabó unánimemente por su ingeniosa ingeniería, su practicidad sin igual y su agradable conducción, llegando a ganar premios como el “Coche del Año” en Italia en el 2000. Sin embargo, las ventas se vieron limitadas por su estética. Esto llevó a Fiat a realizar un restyling en 2004, donde suavizó el frontal eliminando los famosos faros dobles por unos convencionales. Si bien se volvió más “normal”, perdió por completo la personalidad audaz que lo hacía único.
Hoy en día, el Fiat Multipla original se ha convertido en un objeto de culto y un símbolo de atrevimiento. Es recordado con cariño como el último gran ejemplo de un fabricante que se atrevió a lanzar un diseño radical, y su valor entre coleccionistas y amantes de los coches excéntricos no ha dejado de crecer. Es mucho más que un “coche feo”; es un ejercicio de diseño puro donde la funcionalidad triunfó sobre la estética convencional, un icono de una era de mayor audacia en la industria automotriz.

