Los catalizadores de todos los autos son un componente esencial del sistema de escape, diseñado para reducir las emisiones de gases tóxicos. La razón principal de su alto valor, incluso después de ser usados, es la presencia de metales preciosos en su interior, principalmente platino, paladio y rodio.
Estos metales actúan como catalizadores, facilitando la conversión de contaminantes peligrosos como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos sin quemar, en gases menos dañinos como el dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua.
El platino ha sido valorado como un metal precioso durante miles de años, con evidencia de que la gente lo usaba en el hemisferio occidental para exhibir su riqueza desde el año 700 a. C. Su rareza contribuye a su valor. Aunque el oro es comúnmente considerado raro, el platino es de 15 a 20 veces menos abundante, a menos que sepas dónde buscar.
Curiosamente, existe una fuente de platino relativamente accesible y constante: el interior de los convertidores catalíticos de los automóviles. Esta accesibilidad, sin embargo, ha hecho que los convertidores catalíticos sean un objetivo fácil para los ladrones. A pesar de que cada convertidor catalítico contiene solo de 3 a 7 gramos de platino, su concentración y el alto valor del metal lo hacen un objetivo lucrativo.

No parece ser demasiado tener esa cantidad de gramos, pero para que sepas, el precio de mercado de este metal precioso es de casi 50 dólares por gramo–, más de 1.400 dólares la onza.
Si tenés en cuenta que los chorros pueden sacar un convertidor catalítico de tu auto en menos de un minuto, puede que no te sorprenda que una red criminal de convertidores catalíticos recaude 500 millones de dólares en sólo tres años. Pero…el platino tampoco es el único elemento costoso que se esconde en el convertidor catalítico y espera ser robado.
Metales Preciosos en los Catalizadores
Los convertidores catalíticos dependen de una mezcla especial de metales del grupo del platino (PGM). Estos metales, que incluyen el platino, el paladio y el rodio, poseen una combinación única de características. Por un lado, son extremadamente resistentes al óxido y otras reacciones corrosivas, lo cual los hace ideales para los rigurosos ambientes de los motores de automóviles. Por otro lado, tienen la capacidad de acelerar (o “catalizar”) las reacciones químicas necesarias para neutralizar los gases de escape. Por esta razón, los fabricantes de automóviles incorporan estos tres metales en los catalizadores. El platino y el paladio se encargan de convertir el monóxido de carbono y los hidrocarburos, mientras que el rodio se enfoca en los óxidos de nitrógeno.
Rareza y Valor
Estos metales varían en su rareza, siendo el platino ya notablemente más escaso que el oro. Sin embargo, el paladio y el rodio son aún más raros, superando la escasez del platino por 15 y 25 veces, respectivamente. De hecho, el rodio es considerado uno de los metales más raros del planeta, lo que explica por qué su precio a menudo supera los $250 por gramo.
El Robo de Catalizadores
A pesar de su valor, los ladrones no obtienen el valor completo de los metales cuando roban un catalizador. Aunque cada unidad contiene unos pocos gramos de platino, la cantidad de paladio y rodio es aún menor: solo de 2 a 7 gramos de paladio y de 1 a 2 gramos de rodio. Sin embargo, el valor combinado de estos metales hace que el robo sea muy rentable. Las fuentes indican que los ladrones pueden ganar hasta USD 300 por un catalizador robado de un auto naftero estándar, y hasta USD 1,400 si proviene de un vehículo híbrido. Es por esta alta ganancia que los convertidores catalíticos se han convertido en uno de los objetivos favoritos de los ladrones de autopartes.