Fabricada en material resistente, la barra de impacto trasero o barra Mansfield es una estructura de seguridad que se fija en la parte posterior de camiones de carga. Su función principal es minimizar los daños en caso de choque con automóviles de menor tamaño.
Recientemente un accidente acaecido en la provincia de Córdoba puso en el tapete la seguridad en las rutas nacionales: en dicho suceso, dos personas que viajaban desde la capital hacia Buenos Aires, luego de presenciar un partido de fútbol, fallecieron de manera trágica al impactar de lleno el Peugeot 308 que los transportaba contra la parte trasera de un camión. El trágico hecho ocurrió cerca de las 3.30 de la madrugada, en el km 357 de la autopista Rosario-Cordoba, a la altura de Cañada de Gómez. El tercer ocupante del vehículo pudo ser rescatado con vida y derivado de urgencia.
Los dispositivos antiempotramiento son un elemento de seguridad pasiva que se coloca en la parte trasera de los vehículos comerciales para evitar que otros vehículos más pequeños, como los turismos, puedan colarse debajo o quedarse enganchados tras una colisión con la parte trasera del camión.
En otras palabras, fue diseñada para reducir el daño en caso de una colisión trasera al elevar y absorber parte del impacto, previniendo que todo vehículo pequeño o mediano quede debajo del camión en un accidente. Los primeros registros de uso de esta barra en Estados Unidos datan de 1953, cuando comenzó a instalarse para cumplir con algunas regulaciones de seguridad federales.
Como podemos deducir de lo anterior, la altura a la que se sitúa la barra y la rigidez son las dos claves para que funcione correctamente y en el caso de que un turismo choque contra la parte trasera del camión, el conductor no llegue a meterse hasta el camión, alcanzando éste el habitáculo del coche.
¿Qué vehículos deben llevar dispositivo antiempotramiento?
Depende de la regulación, pero es apto para camiones de más de 3500 Kg de MMA y para determinados remolques y semirremolques, aunque este dispositivo puede ser sustituido por la propia forma del vehículo si ofrece protección similar.
Aunque la implicación en los siniestros viales de los camiones pesados es baja, son menos compatibles con los demás usuarios debido a su enorme masa y la típica construcción abierta en laterales y frontales de su zona de carga o del remolque. En el caso de una colisión, las consecuencias pueden ser muy graves para los usuarios desprotegidos y ocupantes de turismos.
Uno de los accidentes típicos es el impacto trasero de un turismo contra un semirremolque a una velocidad media del vehículo comercial y del turismo de 80 km/h y 125 km/h, respectivamente; esto equivale a una velocidad relativa de impacto del turismo de 45 km/h.
La presencia de esas barras antiempotramiento permite disipar la energía cinética del coche al ofrecer, según la norma actual, suficiente resistencia al impacto trasero de un turismo de tamaño medio a una velocidad diferencial mínima de 56 km/h.
La deformación de los largueros delanteros y la activación de los sistemas de retención para proteger a sus ocupantes en el impacto ayudan a reducir las consecuencias del impacto. Son, además, una protección eficaz contra el deslizamiento por debajo del remolque en caso de impacto, tanto a los turismos como a los camiones ligeros de hasta 3,5 toneladas.